CÓMO ESTÁ AFECTANDO LA FATIGA PANDÉMICA A LOS NIÑOS/ADOLESCENTES

 

QUÉ ES LA FATIGA PANDÉMICA

Recientemente la OMS ha definido la fatiga pandémica como: "un conjunto de alteraciones psicológicas, cuyo origen proviene de la actual crisis y situación de emergencia sanitaria a raíz de la COVID-19, entendida como desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como por el contexto social, cultural, estructural y legislativo".

 

Durante estos dos últimos años, la sociedad en general ha estado inmersa en un sinfín de medidas de protección (confinamiento, toques de queda, mascarilla obligatoria…) ante la amenaza de un virus, que, aunque invisible, nos mantiene a todos en hiper-alerta alimentado a su vez, por las noticias negativas que nos retransmiten los medios de comunicación y con el aumento de contagios y aparición de olas infecciosas que parece no acabar nunca.

 

Cualquier individuo en la faz de la tierra y de una manera u otra, ha podido sentirse identificado por los síntomas de fatiga pandémica que señalábamos al principio.

 

¿CÓMO ESTÁN VIVIENDO LA FATIGA PANDEMICA LOS MÁS PEQUEÑOS DE LA CASA?  

Debemos recordar en este sentido, que los más pequeños se sitúan en un contexto diferente al de los adultos, pero no por ello menos importante. A raíz de esta situación, han vivido cambios sustanciales en la forma de recibir la educación que tradicionalmente se realizaba en las aulas, para pasar a la tele-formación, entre confinamiento y confinamientoy retomar las clases con medidas de protección (higiénicas, distancia de seguridad..)

 

A veces pensamos que la población infantojuvenil no se está enterando de la misma manera que los adultos, porque su modo de vida y sus experiencias vitales no han distado mucho de lo que existía antes de la pandemia, pero, los datos actuales del aumento de sintomatología ansiosa-depresiva en esta población, nos quita la venda de esta pantomima y nos demuestra que pueden ser incluso los más afectados.

 

¿CÓMO DETECTAR SINTOMATOLOGÍA QUE PUEDE PROVENIR DE LA FATIGA PANDÉMICA EN LOS MÁS PEQUEÑOS DE LA CASA?

A continuación, indicamos síntomas que podemos observar en nuestros jóvenes: 

  • Irritabilidad, desgana y desmotivación ante la vida y los planes que anteriormente le apetecían.
  • Brotes de agresividad y violencia hacia sí mismo, hacia los demás u objetos. La privación de libertades y experiencias en los más jóvenes, junto con una educación carente de gestión emocional, forma un coctel explosivo para que, derivado de la pandemia actual, muchísimos jóvenes desarrollen comportamientos que, sin explicación, acaban en violencia.
  •  Cansancio y agotamiento.
  • Insomnio y problemas para dormir. A esto se le suma también el abuso de los hábitos de uso de redes sociales y smarphones, derivado de los usos que teníamos en la pandemia de la tecnología y que, está más que demostrado, provoca arritmias en el sueño.
  •  Dificultad de concentración, agobios por la rutina pandémica. E incluso, cuadros de desesperanza, ansiedad, depresión y soledad.

 

¿CÓMO POEMOS MEJORAR O EVITAR ESTA SINTOMATOLOGÍA EN NUESTROS HIJOS?

Os damos una serie de consejos muy útiles:

  1. Cuidar sus estados psicofísicos más que nunca (Cuidar la alimentación, el descanso…)
  2. Promoverles el aprender a gestionarse emocionalmente: Es importante que quede claro que ante cosas que no podemos controlar, debemos dejarlo fluir y pensar en el aquí/ahora (momento presente). Evitar anticipaciones cognitivas y practicar ejercicios de relajación y respiración son buenas ideas.
  3. Proponerles que hagan un diario de sus pensamientos con el objetivo de que identifiquen si están teniendo pensamientos negativos que le están perjudicando y llevando a nada.
  4. Fomentar que mantenga sus relaciones sociales y realicen actividades placenteras donde puedan reírse y divertirse haciendo lo que les apetece.
  5. Desarrollar hábitos en casa donde exista una comunicación fluida, tanto de emociones como de sucesos. Es una forma de que se sientan apoyados en esta situación y que nosotros podamos ayudarle con nuestra experiencia.
  6. En el caso en el que los síntomas sean acusados, se debe contactar con un profesional de la salud mental para que le ayude de forma más global posible.

 

En ECG-Instituto del Cerebro nos preocupamos mucho por la salud psicoemocional de los más pequeños y es por eso que hemos diseñado un programa donde se trabaja la mente y las relaciones interpersonales de forma que podamos prevenir o intervenir en la aparición de alteraciones psicológicas actuales.

A través del juego, el trabajo global de las funciones cognitivas y el desarrollo de habilidades sociales intra e interpersonales, estamos convencidos de poder asentar unas bases seguras emocionales, para que el día de mañana nuestros hijos tengan el mejor colchón posible. ¡Pregunta por nuestro curso sin compromiso!

 

Marta Ruiz. Psicóloga IC-ECG

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