
Si hay dos tipos de demencias que, de manera más significativa, afecta a los pacientes y a sus familiares (y sin querer menospreciar la afectación que provoca el resto de demencias) estas son el Alzheimer y la Demencia Frontotemporal (el Parkinson por su relevancia podría ser la tercera, pero el Deterioro Cognitivo se presenta principalmente en las fases más avanzadas de la enfermedad) y es por ello que queremos en este Post hablar de ellas para conoceras más en detalle y diferenciarlas claramente
Este post está diseñado como una guía práctica y técnica para ayudar a psicólogos no especialistas, terapeutas ocupacionales, logopedas y otros profesionales a identificar de forma temprana y precisa los elementos diferenciales entre estas dos patologías. La correcta diferenciación no solo es clave para el pronóstico y la planificación terapéutica, sino también para brindar orientación adecuada a familiares y cuidadores.
1. ¿Qué diferencia al Alzheimer de la Demencia Frontotemporal?
La enfermedad de Alzheimer es una demencia neurodegenerativa que comienza con unos sintomas no muy evidentes al principio (lo que dificulta su detección temprana) que avanza de manera gradual y progresiva, caracterizada principalmente por el deterioro de la memoria episódica y otras funciones cognitivas como el lenguaje o la orientación.
Por contra, la demencia frontotemporal (DFT) es un grupo de trastornos neurodegenerativos que afectan predominantemente los lóbulos frontales y temporales. Se caracteriza, en sus variantes principales, por alteraciones conductuales, emocionales o del lenguaje, dependiendo del subtipo.
Ambas pueden cursar inicialmente con síntomas difusos, pero sus trayectorias clínicas son notablemente diferentes.
2. Perfil de inicio: Edad y presentación clínica
En la siguiente tabla podéis ver algunas características iniciales que nos ayudan a diferenciarlas. Por ejempo, si nos encontramos frente a un paciente joven (<65) con conductas desinhibidas o apatía marcada y sin quejas mnésicas evidentes debe levantar sospechas de DFT.
Si en cambio, el paciente tiene más de 75 años, sin problemass conductuales graves (sobre todo en fases iniciales) y que de lo que más se queja es de problemas de memoria, lo más probable es que presente Alzheimer (simplificando mucho en estos ejemplos)
Otro punto que nos puede ayudar es que, en el Alzheimer temprano, el paciente suele tener conciencia de sus dificultades y se muestra ansioso o frustrado. En la DFT, suele haber anosognosia temprana, el paciente niega o no percibe su cambio de comportamiento.

3. Dominio cognitivo afectado al inicio
Esto es un apartado que nos ayuda bastante en el diagnóstico:
- En Alzheimer:
- En Demencia Frontotemporal:
4. Evaluación neuropsicológica
Una Evaluación Neuropsicológica nos ayuda mucho en estos casos. Os pongo algunos Test que os pueden ser útiles
Pruebas sensibles a Alzheimer:
Pruebas sensibles a DFT:
Otro ejemplo: un rendimiento pobre en memoria verbal con buena evocación tras claves o reconocimiento puede ser típico de DFT, mientras que un déficit severo incluso con ayuda externa es más propio de Alzheimer.
5. Evaluación conductual y emocional
En la DFT variante conductual, la evaluación comportamental es central:
En Alzheimer, estos síntomas suelen aparecer en fases más tardías, no de inicio.
6. Imágenes y diagnóstico diferencial
La mayoría que nos seguís sois psicólogos o Terapeutas ocupacionales, y para estas pruebas necesitamos que un neurólogo nos las facilite, pero ayudan mucho, por lo que intentad conseguir los informes de estos:
7. Diagnóstico diferencial con otras demencias
Es importante descartar otras posibles opciones, como por ejemplo:
8. Abordaje terapéutico y pronóstico
El tratamiento neuropsicológico es muy diferente en ambos casos. Mientras que en pacientes con Alzheimer nos debemos centrar en trabajar las funciones cognitivas, especialmente la atención, la memoria, mediante Estimulación Cognitiva Global y otras terapias No fármacologicas, en la DFT, el entorno familiar suele verse más desbordado precozmente debido a los cambios de personalidad y conductas disruptivas del paciente, por lo que debemos trabajar principalmente el área conductual y emocional, trabajando la relajación, el control de la desinhibición y las funciones ejecutivas. Os dejo una tabla resumen:

9. Claves clínicas para recordar
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FECHA DE INICIO: 9/10/2025